Kylian Mbappé no se mueve. A pesar de que el PSG ha cumplido sus amenazas y le ha bajado del avión que llevaba al equipo a Japón, el jugador continúa firme y enrocado en su idea de seguir en París hasta que concluya su contrato en junio de 2024, tal como se ha hartado de decir en privado y en público desde el día después de haber enviado la carta en la que renunciaba a la ampliación unilateral de su vínculo con el club parisino hasta 2025. Y todo para cobrar íntegro su contrato y poder negociar con el Real Madrid con la carta de libertad.
Ni las ofertas sucesivas ni las presiones del PSG –incluso la de dejarle plantado en París– que están sufriendo tanto a él como a su entorno han conseguido que Mbappé cambie de opinión. Nada de renovar y nada de ponerle fácil a Al-Khelaifi y sus jefes en Qatar la opción de ser traspasado este verano. Kylian quiere cobrar lo que el PSG le firmó hace poco más de un año y no está dispuesto a que el club parisino haga caja con él.
Mbappé es consciente de que tiene la sartén por el mango aunque el calor que despide empieza a quemar. El PSG no puede venderle contra su voluntad salvo que primero rescinda su multimillonario contrato, una solución que se antoja del todo punto imposible. Entre las primas de fidelidad y renovación, más los 72 millones brutos de salario, el PSG debería pagar más de 150 millones a Mbappé para rescindir su contrato.
Aumenta la presión del PSG
Sin embargo, el PSG no deja de apretar a Mbappé y también sigue erre que erre: renovación o traspaso. Los dueños qataríes del club no están dispuestos a que su mejor futbolista (y el jugador más determinante del mundo) se vaya gratis de París en junio del año que viene cuando podría sacar este verano un traspaso de tres cifras por encima de los 150 kilos.
En el Real Madrid, mientras tanto, se contempla el caso Mbappé en la distancia y con una mezcla entre el hastío y la incredulidad. Consideran que el jugador es el que decide y que su decisión, tal como ha comentado en reiteradas ocasiones, es quedarse en París hasta junio de 2024. Y en ese contexto cobran sentido aquellas palabras de Florentino Pérez a un joven aficionado madridista: “Mbappé sí, pero no este año”.